viernes, 28 de octubre de 2011

Amor clandestino




Desde que te conocí vi en tu mirada lo especial que era conocernos,
han pasado tantas cosas desde aquel entonces hasta ahora...
amores y desamores que fueron y vinieron en mi vida.
Aunque me había negado a quererte por los obstáculos que se interponen entre tu y yo,
pero de un tiempo a la fecha... no hemos reencontrado,
y te has clavado en mi pecho como una daga que me da la esperanza de vivir,
pero a la vez amenaza con hacer un movimiento mortal.
Tan sólo de ayer a hoy sucedió algo especial, raro, extraño diría yo,
Me he visto enamorada y feliz, en tan sólo un día he experimentado sentimientos encontrados, desde mucha tranquilidad a la ansiedad y desesperación por saber de ti... como siempre el destino se las ha arreglado y ha hecho jugarretas para alejarte de mi alcance, además de llevarme repentinamente del llanto a la risa.
¿Puede llamarse eso amor? ¿Estaré cayendo nuevamente en las redes de esa enfermedad?
La única respuesta que encuentro a mis dudas es que suspiro y suspiro como adolescente de bachillerato cuando empieza a enamorarse, otra cosa que si se es la necesidad de aterrizar este sentir que expreso a traves de una tinta y un papel...
¿Porqué me has robado el corazón? será a caso que este no es inmune a las canciones que me dedicas, a los besos tiernos con que me conquistas, a la pasión que desbordamos cuando nuestros cuerpos entregamos, a tu apoyo incondicional en los peores momentos y a tantas cosas que se me ocurren y escapan de lo más profundo de mi ser, por esto y más te estas haciendo merecedor de mi cariño, aunque quizá algún día me lo reproche y arrojé para ahogar al profundo mar este amor.

Continuará...

domingo, 13 de febrero de 2011

Enamorarse y no.

Hace un buen que no editaba entradas en mi blog, pero prometí volver y aqui estoy...

Mientras preparo un material, les comparto un poema de un Sr que vivía inspirado.

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiermpo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva.

Enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio.

Por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.

Mario Benedetti.