Un sábado 19 de agosto de 2006, significó un día mágico por que te conocí más ya que te descubrí y admiré, una magia que me provocó nervios, latidos del corazón, en la que hubo cantos, paseos, sonrisas, la playa, una foto que parecía montaje pero que es más real que la realidad, una comida rica con una agradable compañía como tu mami, una plaza llamada América y una tarde de cine, una película llamada “La casa del Lago” con la gran actriz Sandra Bullock entre otros, la ropa, los zapatos que escogías para mi jugando a adivinar mis gustos, un estacionamiento que parecía laberinto , más tarde una plática de verdades incómodas y dolorosas respecto a la persona que en ese momento ocupaba un espacio en mi corazón, un caminar por el malecón, una noche de tormenta, unas horas de conversación en tu coche, la tiendita de regalitos, UN ABRAZO FUERTE, que me consoló, me hizo sentir querida, segura, mimada y que el mundo era nuestro, ese un momento mágico, enorme, feliz, hermoso, indescriptible…
Sin dejar de mencionar los detalles tan lindos que me obsequiaste, una pluma de ranita que iluminaba al escribir, un vasito tequilero, un llavero de un delfín con tus buenas vibras, una botella de torito que me dejó un buen sabor de boca, además de una pulserita de conchitas de Mar que aunque destrozada aun la conservó, esos queridos recuerdos están ahí ocupando un gran espacio en un corazón, que latía con fuerza al escuchar días después el timbre del móvil a ciertas horas inadecuadas para muchos, las mejores para mi, o al recibir un din dong de un mensaje, pero eso no fue todo en este día, en este viaje mágico a tu puerto, también debo recordar una cena de gringas en una taqueria, una o muchas miradas que no supe corresponder ni entender en su momento, un día provechoso y perfecto para conocerte, un día importante, un día que te tuve para mi 14 horas y una despedida en esa madrugada de domingo con otro cálido y sincero abrazo, un domingo en el que me esperaba una gran sorpresa, tu presencia de nuevo cuando pasaste por mi, esa también fue una tarde mágica, alegre, nueva, limpia en la que habría una inevitable despedida, pero con momentos inolvidables como la alegría que me dio verte de nuevo, la divertida con aquella gitana que nos robó unas cuantas sonrisas con sus falsedades , tu mano que inexplicablemente se encontró con la mía cuando nos tocó cruzar esa calle, como olvidar un delicioso helado de tropicolada que contigo compartí, la fotito frente al barco, frente al faro y un close-up de ti y de mi, y finalmente una nueva despedida que no deseabamos los dos, una mirada que me decía no te vayas y la mía correspondiéndote con un hasta pronto.
Hoy es un año de aquella visita a tu bello Puerto, un año de verte, un año en el que nos hemos comunicado por mensajitos, llamadas, pláticas por MSN, en las que compartimos sonrisas, alegrías, sorpresas, lágrimas, un corazón que se alocaba, sueños, múltiples conversaciones imaginarias, palabras de un sentimiento especial no dichas, palabras que no fueron creídas, una historia de un cariño frustrado en la que vencieron las intrigas, las dudas, los celos, la desconfianza, pero sobresalió una historia de amistad más fuerte que antes y más sincera, mi corazón poco a poco veía como un consuelo tu amistad, pero hoy a un año de esta historia veo con mucha alegría que es más que una consolación, TU AMISTAD, es un tesoro, es algo puro, verdadero y desinteresado, por eso y muchas razones hoy te recuerdo con todo mi cariño y espero el día en que pueda volver a verte y abrazarte fuerte fuerte, sin lágrimas de tristeza más bien de alegría.
Hoy y siempre mi añorado amigo te deseo toda la felicidad del mundo, que tu cariño sea 100% correspondido, que la geografía no sea esta vez impedimento para tu ilusión, te admiro, aprecio y quiero mi Amigo, ROMY…
