lunes, 24 de diciembre de 2007

Fin de año



Hoy que estamos a fin de año, me parece increíble como transcurre el tiempo tan rápido, en estos meses hice mucho y no hice nada, aunque suene irónico, cada que llegamos a Diciembre decimos espero que este año venidero, sea mejor persona, aprender muchas cosas, continuar con el proceso para llegar a nuestras metas, en ocasiones hacemos todo lo posible para lograrlo y a veces perdemos el tiempo en cosas que no valen la pena.

Este año que termina no fue para mi el mejor, pero he pensado que nunca es tarde para darle valor a lo que realmente lo tiene, muchas veces nos quejamos de lo que no tenemos, pero sin embargo no volteamos a ver lo bueno de lo mucho que tenemos, me doy cuenta que de pronto he perdido un tiempo valiosísimo, llorando y desilusionándome por cosas, que realmente no tienen porque hacerme daño y a las cuales he dado más valor del que merecen, pero doy gracias a Dios porque aún estoy rodeada de personas que me quieren y que quizá he descuidado.

Hace unos días viendo la televisión me conmovió mucho el ver a niños que carecen de muchas cosas, que yo tengo y que aún así tienen fé, un profundo amor a la vida, mucha fuerza de voluntad para lograr lo que se proponen y muchas esperanzas para salir adelante, es así como me di cuenta de lo valioso que poseo, como la vida misma, salud, un par de piernas para caminar, correr, bailar, unos brazos con los que puedo trabajar, hacer todo lo necesario, pero sobre todo para abrazar a quien me necesite, unos ojos que pequeños o grandes del color que sea, pueden ver los hermosos colores de la vida, y un corazón que late al ritmo que lleva el vivir, que tiene heridas, pero como leí en una ocasión “un corazón entre más cicatrices tenga más vale” pero sobre todo para sentir y amar por sobre todas las cosas.

No acostumbro ponerme propósitos cada fin de año, porque la mayoría de veces no los cumplimos, me gusta imponérmelos sobre la marcha, y pues aún así obviamente en ocasiones no los logro cumplir, ya que nada es perfecto.

Quiero decirles que escribí estas líneas desde el fondo de mi corazón para compartirlas con ustedes y agradecerles por esta vía a todos y cada uno de los que han pasado por este Rinconcito de Mar, por los que han leído y comentado, por los que sólo han leído y de alguna manera me han conocido un poco más, y por las personitas que han inspirado y compartido sus historias que guardan como bellos episodios.

Para finalizar con estas letras de reflexión y agradecimiento, quiero dedicarles estas palabras, para desearles que esta navidad traiga paz y amor a sus vidas y el año nuevo sea una esperanza, llena de fé, para lograr lo que deseen desde sus grandes corazones.
Les dejo un enoooooorme abrazo sincero con los mejores deseos, para que tengan unas muyyyy felices fiestas de fin de año, que Diosito los bendiga mucho a ustedes y cada uno de sus familiares y amigos.


¡¡¡ FELIZ NAVIDAD Y MUY PRÓSPERO AÑO NUEVO !!!

Con todo cariño y de corazón, los quiere su amiga Mar.

Nos leemos hasta el otro año 2008… besitos a todos.

Gracias…

sábado, 8 de diciembre de 2007

Entre Recuerdos y nostalgia

Recuerdo aquel 26 de septiembre de 1997, cuando salía de clases con mis amigas, ibamos en ese entonces al bachillerato, Samuel mi novio que en ese entonces no lo era, es primo de una de mis amigas de la escuela, a mi me extrañó que ese día o más bien esa noche, nos acompañara en el autobus, cuando llegamos al lugar donde todos teníamos que transbordar el siguiente carro, Samy me acompañó y antes de despedirnos, dijo: "bueno el motivo por el que te acompañé, es para preguntarte si quieres ser mi novia, si es que no tienes novio claro", antes de que le respondiera, salieron de su boca unas tiernas palabras, si gustas piensalo, no me respondas hoy, espero tu respuesta mañana, (wau, como los chicos de antes que casi te decían consultalo con tu almohada) sonreí y contesté sin mas ni más, no tengo nada que pensar, ¡acepto ser tu novia!, nos reímos y nos dimos nuestro primer beso, a partir de ese momento iniciamos un noviazgo, tierno, dulce, puro e inocente.
Ambos estudiabamos en la misma escuela en el turno vespertino, el estudiaba para Técnico en Administración y yo Informática.
Todos los días nos veíamos para irnos juntos a la escuela, al llegar nos despedíamos y cada quien se iba a su respectivo salón de clases. El era un poco menor que yo, pero eso no era impedimento para llevarnos bien, cada noche al salir de clases el me esperaba o yo a el, y nos ibamos juntos en el carro y antes de tomar el siguiente transporte, nos quedabamos un rato, ya que no nos queríamos despedir el uno del otro.
Fué un noviazgo tan bonito, quizá de los pocos principes que han habido en mi vida, hasta ahorita el mejor, el más tierno, el que más me ha querido y que por lo tanto tan bien quise mucho, era tan lindo, me cuidaba, me mimaba y a veces me celaba, aunque yo era quien tenía mas motivos para celarlo a él, ya que el tenía muchas amigas y algunas lo piropeaban. Samy es un chavo alto, de unos hermosos ojos cafés y una boca que daba los besos más tiernos que me han dado.
Mi romance con Samy duró un año, un mes y una semana para ser exactos, fué un amor de escuela, y desafortunadamente nos fuimos alejando poco a poco cuando terminamos la escuela, bueno yo me gradué y el estaba en los primeros semestres, pero por una razón que nunca supe el dejo la escuela, al menos esa. A el le entristecía un poco la idea de que ya no fueramos a la misma escuela y que yo tuviera que entrar a otra, donde también estudiaba un ex-novio, a quel niño que fuera mi primer novio, por esa causa a Samy le daba rabia sólo de imaginar que posiblemente me reencontrara con Abel y hasta pensaba a veces que por el yo había escogido entrar al Tecnológico, pero la realidad era porque ahí había la carrera que yo quería, (Informática).
El haberme graduado fué un gran motivo para que la relación no creciera, así que el distanciamiento acabó con aquel amor, tan dulce, tan tierno y tan sincero, cuando un 4 de noviembre de 1998 terminamos. Me costó muchas lágrimas, resignarme a su pérdida, 6 meses después, lo volví a ver en la escuela donde estudiabamos, yo fuí a ver un trámite para mi entrega de papeles y el supuse que fué por la misma razón, era tanta mi emoción que olvidé preguntarselo, cuando lo ví iba subiendo unas escaleras y de pronto volteé la mirada hacia arriba, y ahí estaba, mi niño, mi Samy, con otro amigo suyo, mi corazón latía tan aprisa, que no supe como llegue hasta él, si mis piernas se doblaban de los nervios, parecía que a el le daba el mismo gusto de verme, ese fué el comienzo de una reconciliación, misma que sólo duró dos meses, y que terminó dos días despues de mi cumpleaños, desde entonces he pensado que las segundas partes nunca son buenas, y de nuevo me ví envuelta en un Mar de lágrimas y tristeza por nuestro rompimiento, que esta vez fué definitiva, y me quede sólo con su recuerdo por casi 2 años antes de que llegara el tercer novio.
Aún conservo uno que otro regalito que me hizo durante nuestro noviazgo, como un pequeño ratón de peluche rojo, con corazoncitos en las patitas, que cuando lo veo y recuerdo no dejo de abrazarlo por aquel recuerdo tan hermoso de mi noviazgo con Samuel.
Hace mucho que no se de él, la última vez que lo vi, conocí a su hijo, procreado con una chica con la que vivió un tiempo y despues se separaron, segun supe tiempo después, vivía con otra chava y quiero suponer que aún sigue unido a ella.

Por el cariño que le tuve es que hoy hago un pequeño homenaje a su recuerdo, y por los momentos tan bonitos que pase junto a él, y esté donde esté le deseo lo mejor del mundo, por toda la ternura, el amor y el dulce sabor de boca que dejo a mi vida.